Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este sitio de propiedad federal, estuvo por décadas bajo la jurisdicción de la Secretaría de Defensa; la acción del concurso nacional de arquitectura y del proyecto significan en una primera instancia la recuperación de 15,000 metros cuadrados en términos de espacio público.
Un Memorial es la pieza arquitectónica que materializa el no olvido y la remembranza. En el caso del Memorial a las Víctimas de la Violencia en México se materializa en arquitectura uno de los temas más importantes y actuales de la sociedad mexicana: la violencia; esteconstituye tema gigante y abierto en el tiempo; ante esto nuestra propuesta conceptual materializa un proyecto abierto en el espacio; abierto a la ciudad y abierto a la apropiación de los ciudadanos, un espacio en una total relación de apertura a la ciudad y a sus actores.
Nuestro proyecto atiende a la doble condición de espacio público y memorial.
Reconocemos en primer lugar, la vocación del sitio en tanto bosque; de omnipresencia de lo natural; son los árboles que cuentan y determinan antes que nada el sitio con su presencia y ritmo.
La violencia está sugerida en la propuesta en dos dimensiones: lo inmaterial y lo construido.
El vacío que se propone en el proyecto es el espacio creado entre las paredes de acero y los árboles. Este vacío o el espacio vacío podría recordar el concepto de las presencias no-y absenses de las personas para recordar, y las superficies de las paredes de acero, oxidado o reflejo, demostrar que podemos perdernos, añadir nosotros mismos, o mutiply nosotros mismos.
Además de eso, si pensamos en la violencia como la destrucción, la construcción de muros de acero setenta juega como el gran antídoto contra la violencia.
La acción proyectual grande consiste en la construcción de paredes metálicas setenta en acero corten en aumento entre los árboles, es un juego dual entre la naturaleza y la arquitectura: el bosque de los árboles y el bosque de las paredes. La sociedad de los árboles y los visitantes jugar a los seres vivos, la sociedad de las paredes de jugar el unmateriality de la memoria de las víctimas.
La lista de materiales se reduce: el acero y el hormigón, sumado a los elementos naturales de la selva. Estamos usando el acero corten en tres formas: reflejo natural, oxidado o de acero inoxidable, cada uno de ellos con diferentes significados. El acero oxidado significa que las marcas y cicatrices que el tiempo hace en nuestra vida. El acero inoxidable espejo se utiliza para reflejar y multiplicar la vida: las personas, los árboles y el agua del espacio central, y el acero natural se utiliza como un elemento imperturbable que nos recuerdan los valores principales y esenciales que las sociedades deben mantener a vivir en paz. El hormigón se utiliza para los carriles y los bancos; para caminar y reflexión.
En el espacio central, que es el espacio principal del monumento, hay una fuente spm 1.200 con una forma indeterminada y la geometría abierta, para recordarnos que el tema de la violencia está todavía abierto. La fuente está cubierto con una rejilla para que el visitante puede caminar sobre el agua. El agua es vida, el agua limpia y sana agua.
En esta zona las paredes de acero suben más fuerte y más alto, creando el mayor drama en todo el lugar. El reflejo en el agua de los árboles y paredes que nuestros ojos van hacia arriba y hacia abajo. Cuando suben, ven el cielo, la luz, el sol ... la esperanza.
Finalmente, una de las partes más importantes del proyecto es la humanización y la apropiación de las paredes de acero. La sociedad es responsable de hacer el Memorial. Las paredes metálicas setenta son espacios para que la gente escriba el nombre de su víctima, y expresar su dolor, la ira y anhelos. Estas paredes de acero jugar como espejos y pizarras, y por los escritos, se transforma en testigos del dolor y la destrucción provocada por la violencia del crimen organizado.